Una faja es una prenda resistente pero a la
vez delicada. Está fabricada de manera que sea lo suficientemente fuerte como
para retener el exceso de grasa y moldear el cuerpo pero a su vez hay que tener
un cuidado especial a la hora de cuidar de ella, lavarla, sacarle y guardarla.
Las fajas requieren un cuidado especial para que no se deformen y mantengan su
forma original. Además, si quieres que tu faja permanezca suave necesitarás ser
delicada con ella. Las fajas están diseñadas no solo para cumplir su función
sino también para resultar cómodas mientras lo hacen y cualquier desperfecto en
la faja hará que sea incómoda de llevar.
Cómo lavar una faja
Las fajas deben lavarse a mano. Debes intentar
comprar detergentes no abrasivos y no utilizar productos de limpieza agresivos
como por ejemplo, la lejía. Cuando las pongas a secar, nunca las metas en la
secadora porque la lycra y los elementos elásticos pueden estropearse. También
debes intentar no tenderla en un lugar donde le dé el sol directamente, sobre
todo en verano.
Si quieres tener un cuidado especial y tu faja
tiene cierres o broches, debes secarlos a mano. Puedes hacerlo con una toalla o
con papel. Una vez hayas hecho esto, ya puedes secar la faja en una toalla
extendida. El objetivo de secar los cierres manualmente es evitar que se oxiden
si son metálicos y sobre todo, que mantengan su forma durante todo el tiempo
posible (sean del material que sean). Si los cierres son de plástico, el
contacto directo con el son deformarlos.
Para los casos de fajas que incluyen tiras o
tirantes (como las de los sujetadores) es conveniente quitarlos antes de lavar
e intentar lavarlos por separado. Esto se hace porque estas tiras suelen
moverse durante el lavado y se enrollan en la propia faja, lo que hace que ésta
pueda deformarse. Esto debe recordarte también que cuando saques tu faja no se
debe de escurrirla con tus manos, podrías deformarla.
¿Cada cuánto tiempo se ha de lavar una faja?
Es recomendable lavar la faja cada 4 días,
pero todo dependerá del tratamiento al que estés se sometió, si te han
realizado una liposucción lo mejor sería que consultes a tu médico o
especialista.
Repasemos entonces los puntos más importantes
que se deben tener en cuenta si quieres que tu faja se mantenga como el primer
día:
·
Lava tu faja a mano
con jabón neutro
·
No la tiendas al sol,
ni en secadoras
·
No la estrujes con las
manos para intentar secarla
·
Si tiene partes
metálicas sécalas cuidadosamente para que no se oxiden
Esperamos que con estos consejos y trucos tu
faja se mantenga tan nueva como desde el día que la compraste.
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